La cita, organizada por Fundación Industrial Navarra, atrajo a Pamplona a más de un millar de participantes, que acudieron a sus ponencias, ‘masterclasses’ y demostraciones de soluciones
Arantxa García
“Estamos llamados a alzar de nuevo el vuelo a partir de las cenizas de la industria que hemos conocido hasta ahora”. Así se expresó la directora gerente de Fundación Industrial Navarra (FIN), Elena Alemán, durante la primera jornada del #OTDChallenge 2024, celebrada en Baluarte (Pamplona). Un encuentro organizado por FIN en colaboración con el Gobierno de Navarra, CaixaBank Day One, Elektra, Polo IRIS Navarra, Navarra Cybersecurity Center, CEIN, Autocar, Euskaltel y SKF, que logró atraer a más de 450 empresas, un 20 % de fuera de Navarra, y a más de un millar de participantes.
Alemán se dirigió a dicho auditorio para insistir en que “los últimos avances tecnológicos y las tendencias de digitalización están propiciando un momento donde el imperativo de la reinvención parece acelerarse”. De hecho, agradeció a todos los participantes su presencia en un foro que “no ha dejado de crecer desde su lanzamiento, hace ahora cuatro años, hasta consagrarse como un punto de encuentro clave para que las empresas puedan conocer las últimas soluciones tecnológicas y palparlas de primera mano”.
Y más necesario aún se antoja teniendo en cuenta los datos facilitados por el consejero de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial del Gobierno de Navarra, Mikel Irujo. En su intervención, presentó el último diagnóstico sobre Industria 4.0 de su departamento, donde se analiza la situación en la que se encuentra la digitalización en el tejido productivo de la Comunidad foral. Por ejemplo, remarcó que el 68,18 % de las empresas encuestadas “no dispone de una estrategia de digitalización”, mientras que el 58,57 % “no reconocen los beneficios asociados a la transformación digital”.
Como complemento de todo lo anterior, casi cuatro de cada diez que capturan datos digitales “no los explota”. Teniendo en cuenta estos grandes números, la conclusión de Irujo fue clara: “Somos más que conscientes de que todavía queda mucho por hacer. Porque, sin transformación digital, no vamos a poder mejorar nuestra industria”.
‘MASTERCLASSES’ Y PONENCIAS
Finalizadas las palabras de bienvenida, fue el turno de las masterclasses. El CEO Digital Industries de Siemens España, José Ramón Castro, describió un escenario global condicionado por “megatendencias” como el cambio climático, la concentración en grandes metrópolis o el paulatino proceso de cambio demográfico y envejecimiento de la población, entre otros. “En este contexto, la industria se enfrenta a un reto gigantesco: saber producir más con menos”, sentenció.
Un proceso que le obligará a dar respuesta a procesos como la progresiva individualización de los productos, la gestión de los riesgos, el time-to-market (o tiempo necesario para que un producto o servicio pase desde la etapa de concepción o desarrollo hasta que está disponible para su venta) y la falta de talento: “En definitiva, solo la tecnología nos permitirá adaptarnos, ser más flexibles, rápidos y eficientes para responder de forma adecuada a los nuevos mercados y sus demandas”. En el caso de Siemens, la solución por la que han apostado es un gemelo digital que les permite, “con una estructura robusta y un nivel de ciberseguridad muy elevado”, poder conceptualizar sus futuros desarrollos desde el inicio hasta su venta final al cliente. «El ‘ensayo-error’ ha quedado obsoleto porque, a partir de ahora, siempre vamos a estar compitiendo. Y, para lograrlo, la única opción que queda es pasar del mundo virtual al real de la forma más rápida y eficiente posible», constató.
La segunda masterclass, a cargo de Salvador Trujillo, CEO de Orbik Cybersegurity, se centró en la nueva ley EU Cyber Resilience Act-CRA, que será ratificada por la UE este 2024. Una normativa que “obligará a que los productos y servicios digitales que lleguen al mercado comunitario sean ciberseguros en diseño y estén libres de vulnerabilidades”. En su opinión, la nueva legislación “tendrá un alto impacto” en el tejido productivo del Viejo Continente y “especialmente en las pymes”, a las que recomendó informarse de forma adecuada para poder cumplir las obligaciones previstas en dicha legislación.