Alberto Folguera, fundador de esta firma leonesa y con décadas de experiencia en el sector, se ha formado en aplicaciones de IA para mejorar sus servicios. Asegura que los resultados han sido inmediatos
Ainhoa Hernández
León no es solo tierra de reyes, ganado e imponentes cumbres. En la capital de la provincia también reside un tejido empresarial muy arraigado, compuesto casi en su mayoría por empresas de entre tres y diez empleados. Hoy son muchos los negocios de toda la vida que buscan nuevas formas de hacer crecer sus resultados y mejorar su competitividad con la tecnología más avanzada, ávidos de no perder ritmo en la innovación.
Legiotek, una firma de informática que lleva más de treinta años en pie, ejemplifica claramente esta resiliencia innata de las pequeñas empresas de León. Desde una oficina colmada de pantallas, impresoras y teclados, pero donde te reciben una máquina de escribir Olivetti del año 1940 y un teléfono con dial giratorio, Alberto Folguera ofrece servicios de asesoramiento técnico, reparación de ordenadores, diseño web, seguridad informática, limpieza de virus… Eso sí, actualizados con las últimas novedades del mercado informático.
Alberto Folguera: “Leo mucha información sobre IA, así que decidí probarla. Utilicé Copilot y me resultó muy práctica”
INFORMÁTICO DESDE NIÑO
Desde que era pequeño, la informática despertó en él un interés genuino. “Cuando tenía 18 años, convencí a mi padre para que me comprase un ordenador en un momento en el que no era nada común”, recuerda. En busca de integrar su pasión con el trabajo, estudió la carrera de Ingeniería informática en la Universidad Politécnica de Madrid, donde formalizó sus conocimientos sobre el mundo tecnológico.
Comenzó a emprender en los años 80, con otra empresa, otra filosofía y un socio añadido. Junto a él creó Informática Carlo, donde ambos ofrecían asesoramiento, asistencia técnica, reparación y mantenimiento de ordenadores... Pasó el tiempo y, en 2011, su socio se desvinculó del proyecto, por lo que Folguera renovó la identidad de la compañía y lanzó Legiotek. Proporcionaba los mismos servicios, pero adaptados a las demandas del momento, un valor que sigue vigente hasta el día de hoy.
Folguera nunca ha dejado de estudiar y de brindar una ayuda renovada a sus clientes. “Realizo cursos de formación en mi sector para estar al día de nuevas tecnologías y luego aplicarlas a mi trabajo”, comenta. Además, invierte en productos potenciales para poder ofrecerlos a sus clientes. “Compré unas pantallas curvas para ver si realmente eran útiles y, en ese caso, venderlas”, apunta.
INMERSIÓN EN LA IA
Gracias a esa mezcla de curiosidad innata y búsqueda de la mejora constante, se mantiene al tanto de las novedades de Inteligencia Artificial (IA) en su sector. “Leo mucho sobre IA, así que en un momento dado se me ocurrió probarla. Hace aproximadamente seis meses, realicé una primera localización de productos en Copilot y me resultó muy práctica”, explica.
Hace ya meses que empezó a utilizarla, y los beneficios han sido inmediatos. Sobre todo cuando sus clientes acuden a su oficina buscando asesoramiento sobre qué dispositivos electrónicos comprar. “Yo puedo tardar una hora en localizar un producto, pero la IA lo resuelve en minutos”, defiende convencido. Tras depurar la información que obtiene de la aplicación, Folguera obtiene la mejor opción de compra para sus clientes.
También recurre a la IA para alimentar su blog. “Empleo ChatGPT para escribir reseñas o noticias. Le pido que escriba un texto de quinientas o mil palabras sobre un tema concreto y, después, lo pulo”. De esta manera, mejora el posicionamiento de su página web y su visibilidad en Internet. Y es que tradición e innovación coexisten en esta pequeña empresa, que lleva décadas sumida en la interminable carrera de la digitalización.