VisionQuality diseña máquinas inteligentes de inspección industrial para Congelados de Navarra, Bodegas Cvne, Grupo Cidacos, Revlon, SKF Española, Bodegas Aragonesas, Grupo AN, Urzante…
María Fernanda Brea
L as personas que forman parte de la cultura occidental probablemente hayan escuchado alguna vez hablar del ojo que todo lo ve. Un símbolo místico que, entre otras cosas, se define como una figura omnipresente y vigilante y es conocido, sobre todo, por novelas como ‘1984’, de George Orwell.
Hoy en día, gracias a la labor que firmas como VisionQuality realizan con la Inteligencia Artificial (IA), vemos que no solo es posible generar ojos examinadores, sino también que estos pueden ser utilizados por empresas en distintos sectores para potenciar su crecimiento y optimizar sus procesos.
Esta compañía de Tudela (Navarra) diseña máquinas de inspección industrial para terceros por visión artificial e IA. “Se trata de dispositivos de control de calidad, que contienen cámaras para fotografiar los productos que pasan por el aparato. Así, mediante el análisis de las imágenes, obtenemos las características de estos y vemos si cumplen los requisitos de la compañía”, explica el CEO de la empresa, Alfredo Ferrer.
La firma, que actualmente cuenta con seis trabajadores, trabaja con distintas industrias, pero ha puesto especialmente el foco en el sector agroalimentario: “Cuando llegué a Navarra, me di cuenta de que este sector iba a necesitar especialmente este tipo de maquinaria”, comparte el fundador de VisionQuality.
Alfredo Ferrer: “Sería más fácil vender una sola máquina en 50 colores diferentes, pero las necesidades de nuestros clientes no son las mismas”
Eso sí, este apasionado de la tecnología y el campo aclara que la empresa desarrolla softwares y aparatos base, pero eso no significa que ofrezca una solución estándar a todos sus clientes. “Nos metemos en la piel de lo que el cliente quiere. Esto puede estar reñido con nuestro negocio porque, al final, sería más fácil vender una sola máquina en cincuenta colores diferentes. Pero las necesidades de las empresas, aunque sean del mismo sector, no son las mismas”, añade.
Además de dar prioridad a la personalización de las soluciones, el CEO resalta la importancia de diseñar dispositivos a “precios competitivos”, pero sin recurrir a materiales que disminuyan su calidad. “Por ejemplo, puede ser que hayamos generado una máquina para evaluar etiquetas de alimentos enlatados y que esta no sirva a quien desea saber si sus botes de guisantes vienen abiertos por arriba. A cada cliente le hacemos aquello que quiere, de la mejor forma y con el mejor precio que encontremos”, remarca.
UN CRECIMIENTO EXPONENCIAL
En su primer año, 2017, la empresa facturó aproximadamente 17.000 euros; en 2023, 500.000; y, en 2024, prevé alcanzar el millón. Ferrer explica que, aunque haya habido un claro crecimiento, él y su equipo “miran más” la rentabilidad que los ingresos. En este sentido, parte del éxito de VisionQuality se debe al hecho de que, cuando nació la compañía, él ya tenía un “bagaje profesional” en el sector y por lo menos “quince años de contacto con la visión artificial”. De hecho, estudió Ingeniería Electrónica Industrial en la Escola Universitària Salesiana de Sarrià (EUSS), en Barcelona, y siempre ha sentido un profundo interés por la automatización, la robótica, la tecnología y la agricultura.
En 2017, la firma facturó 17.000 euros; en 2023, 500.000; y este año espera llegar al millón
“Somos un equipo muy técnico y a todos nos interesa lo que hacemos. Además, somos multiárea porque ha habido veces donde nos ha tocado hacer de todo un poco. Cuando nací no había ordenadores, me tocó irlos conociendo a medida que crecí. Me llamaban mucho la atención, siempre me apuntaba a cosas de informática. Y lo del campo supongo que es herencia, ya que todos en mi familia son agricultores”, rememora.
Ferrer pone en valor que, con cada nuevo proyecto, la firma ha aprendido y evolucionado. Sin embargo, uno de los que más les ayudó a avanzar fue desarrollado para AN Avícola Mélida en 2018. “Instalamos máquinas para comprobar las etiquetas de las bandejas de pollo y, por IA, clasificar el tipo de producto. O sea, determinar si eran alitas, pechugas, carcasas o contramuslos, viendo simplemente la foto”, relata. Desde entonces, empresas de referencia y distintos tamaños como Congelados de Navarra, Bodegas Cvne, Grupo Cidacos, Revlon, SKF Española, Bodegas Aragonesas o Urzante, entre otras, han confiado en sus innovadores desarrollos.
EL PARA QUÉ
El futuro comienza hoy. Por eso, este emprendedor se muestra convencido de que las empresas están dispuestas a invertir en maquinaria como la que diseña su empresa, entre otras cosas porque les ayuda a reducir gastos. “Nuestros sistemas de control de calidad también evitan que se expulsen por error materiales que realmente están en buenas condiciones. Eso sucede muchas veces cuando el proceso se lleva a cabo de manera manual”, incide.
Ahora bien, matiza que las soluciones de IA “en general” no se deben aplicar si no se tiene claro para qué se necesitan. “Muchas empresas a veces no entienden en qué les puede ayudar la IA. Mencionar que va a optimizar sus procesos está bien solo si se les explica cómo. Al final, se trata de que vean el potencial de la nueva herramienta”, enfatiza.