La empresa navarra Human AI comenzó como un proyecto de investigación, promovido por María Beúnza y Roberto Aguirre en colegios. Su ‘software’ analiza a las personas a partir de textos escritos por ellas mismas
María Fernanda Brea
H ay quienes afirman que los ojos son la ventana del alma. Pero quizás no estén al corriente de todo lo que los softwares de Inteligencia Artificial (IA) pueden llegar a conocer de una persona a partir de un simple texto. Human AI, una startup de origen navarro, ha desarrollado una herramienta que permite determinar cómo es un individuo tras analizar un escrito de 800 palabras, realizado por él mismo. Y lo hace en tan solo ocho segundos. “Se trata de un sistema que, a través de un conjunto de oraciones, elabora una valoración de la personalidad y las competencias socioemocionales, que ayuda al autoconocimiento y a la selección de personal de las empresas y profesionales”, explica María Beúnza, CEO de Human AI.
Las personas son la pieza clave que engrasa el buen funcionamiento de cualquier organización. Por eso, son importantes aquellos procedimientos que sirven para evaluar sus fortalezas y debilidades. Según Beúnza, la implementación de herramientas de IA, como la que ha creado su firma, obtiene resultados más objetivos y precisos, ya que eliminan el “sesgo de autopercepción”. “¿Tú dirías en una entrevista de trabajo que no sabes trabajar en equipo? No y probablemente no percibas esto como falso. Sin embargo, en un texto, aunque escribas 500 veces que eres muy simpático y creas lo mismo, el análisis que haga el software puede revelar lo contrario”, argumenta.
ASÍ OPERA EL SISTEMA
Aunque lo parezca, no se trata de magia. El sistema que ha creado Human AI lleva a cabo una serie de pasos que combinan la psicolingüística y la IA para medir los soft skills de la persona evaluada. Primero, el procesamiento de lenguaje natural convierte el texto realizado en números y, después, los datos son analizados desde cientos de parámetros semánticos. Una vez se tienen los resultados, se utiliza el modelo científico sobre personalidad por competencias desarrollado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) para determinar cómo es un individuo. Ahora bien, la tecnología generada por la startup no analiza elementos cognitivos como el coeficiente intelectual.
“Esta herramienta puede aplicarse a cualquier sector, ya que evalúa aspectos transversales como la empatía, la tolerancia al estrés, la orientación al logro y las ganas de aprender”
Actualmente, Human AI trabaja a nivel nacional e internacional con pequeñas y medianas empresas, universidades, colegios y algunas entidades deportivas, como la Federación Navarra de Tenis. Beúnza valora que el software puede implementarse en cualquier organización: “Esta herramienta puede aplicarse a cualquier sector empresarial, ya que evalúa aspectos transversales como la empatía, la tolerancia al estrés, la orientación al logro y las ganas de aprender, que son necesarios en todos los campos laborales”.
Dirigiendo la mirada a las pymes de España, resalta que la aplicación de este tipo de herramientas tecnológicas aporta precisión, ahorra tiempo y recursos y genera “mejor información” para la toma de decisiones. Además, añade que conocer de antemano las fortalezas y debilidades de las personas con las que trabajas puede evitar a las organizaciones pérdidas innecesarias y que no se pueden permitir, especialmente si apenas están comenzando a funcionar.
“Te contratan por aptitud, con ‘p’, pero te despiden por actitud, con ‘c’”, sostiene. Por otra parte, aclara que Human AI es una solución tecnológica “complementaria” para las empresas, por lo que no sugiere que las organizaciones dejen de realizar entrevistas de trabajo o cualquier otro proceso relacionado con la evaluación de los trabajadores de una empresa. “Nuestra misión es ayudar al que ayuda. Añadiendo el reporte extra realizado con nuestro software a sus propios informes, las empresas pueden tener a su disposición más información para la toma de decisiones”, comenta.
LA IA AL SERVICIO DEL DESARROLLO HUMANO
Una de las razones que motivaron a María Beúnza y Roberto Aguirre (CTO de la firma) para crear Human AI fue el hecho de que “la mayoría de la gente no sabe utilizar las tecnologías a su favor”. A ella siempre le habían interesado la tecnología, la innovación y la educación, pero ha sido ahora cuando ha logrado combinar sus tres pasiones. “Si bien la IA puede hacer la vida de las personas más fácil, aún hay algunos que siguen teniendo miedo a esta nueva herramienta. Por eso, nuestra empresa quiere ponerla al servicio del desarrollo humano”, apostilla.
Human AI empezó como un proyecto de investigación, que buscaba valorar competencias socioemocionales para asistir a los profesionales, inicialmente de colegios. Y fue en 2021 cuando se constituyó como empresa. En sus inicios, Beúnza y Aguirre desarrollaban páginas web, aplicaciones y prototipos. Sin embargo, ya generan algoritmos propios. Hoy ya son diez las personas que trabajan en la firma, que opera directamente con las organizaciones que utilizan su tecnología, no con las personas evaluadas por ella.