La empresa navarra BeePlanet Factory se apoya en esta tecnología para desarrollar sistemas de almacenamiento energético a partir de baterías reutilizadas de vehículos eléctricos
María Fernanda Brea
El siglo XXI se conoce como la era de la hiperconectividad, la hipervelocidad y la hiperactividad. Por eso, resulta casi imposible vislumbrar un día en el que no utilicemos la energía. Hacemos un uso tan constante de ella que, ahora, nos encontramos buscando nuevas fuentes de alimentación sostenibles a largo plazo. Es precisamente en esa búsqueda donde la labor de empresas como BeePlanet Factory se antoja “clave”. La firma de origen navarro, ubicada en Orkoien, fabrica sistemas de almacenamiento energético a partir de baterías reutilizadas procedentes de vehículos eléctricos.
Elisa Braco, doctora en Ingeniería Industrial y responsable del Departamento de Innovación, explica que la firma trabaja con iones de litio para crear tecnologías de almacenaje. En concreto, emplea acumuladores de pila de segunda vida para instalaciones fotovoltaicas, eólicas y aisladas de la red eléctrica.
Así, trata de fomentar un modelo de energía sostenible basado en “la economía circular” y que cubra toda la cadena de valor, desde que se obtienen las baterías de los automóviles hasta su evaluación de reutilización y su posterior reciclaje. “Buscamos la innovación, ya que trabajamos en un sector que cambia muy rápido”, valora.
Elisa Braco: “Uno de nuestros retos más grandes es la falta de estandarización que hay en las baterías con las que trabajamos”
Con esa idea en mente, la compañía decidió aplicar la Inteligencia Artificial (IA) en las fases del desarrollo de sus sistemas de almacenamiento. ¿El motivo? BeePlanet Factory utiliza baterías eléctricas de segunda vida, cuyos modelos no están estandarizados porque proceden de distintos tipos de vehículos: “Eso representaba un reto”.
Por eso, la empresa navarra aplica algoritmos de IA para estimar parámetros de la batería como su edad, estado de salud o de carga. “Son características difíciles de medir, sobre todo en tiempo real. Sin embargo, resultan críticas para la operación de los sistemas. Estamos obligados a analizarlas, así que nos hemos apoyado en esta nueva herramienta tecnológica”, resalta la responsable del Departamento de Innovación.
CRECIMIENTOS INTELIGENTES
BeePlanet Factory fue fundada en 2018 por tres ingenieros: Jon Asín, el actual CEO; Agustín Idareta, COO; y Carlos Llonis, director de estrategia. Hoy cuenta ya con 43 trabajadores. “Hemos tenido un crecimiento importante, lo cual nos ha ayudado a aplicar y desarrollar soluciones digitales como la IA. Por lo general, utilizar tecnologías nuevas es más difícil en una empresa si hay pocas personas dedicándose a ello, pero haber cogido volumen nos ha ayudado también a enfrentarnos a la IA”, añade.
La compañía trabaja ya en su internacionalización. En 2023, inició su actividad en Francia tras aliarse con Sirea
Braco estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y lleva alrededor de dos años trabajando en BeePlanet Factory. Los motivos principales que la inspiraron para unirse a la empresa fueron su pasión por “solucionar problemas” y su interés por dar una “segunda vida” a elementos que ayuden a disminuir el consumo de recursos naturales. “Tenemos los medios para poder reutilizar ciertas cosas y optar por productos más sostenibles. Sin embargo, considero que las personas no nos hemos formado bien respecto a este tema”, comparte.
MIRANDO AL EXTERIOR
La firma, que facturó cerca de 3 millones de euros en 2022, tiene un modelo de negocio B2B, ya que es su propio equipo el que contacta con los fabricantes de vehículos eléctricos para conseguir las baterías.
En los últimos años, ha puesto también el foco en su internacionalización y en las oportunidades comerciales que pueden surgir en Latinoamérica, Estados Unidos y algunos países europeos. De hecho, en 2023 inició su actividad en Francia tras aliarse con Sirea, fundada en 1994 y con sede en Castres (Occitania), para suministrar sistemas de almacenamiento integrando baterías de segunda vida.