La firma diseña soluciones con esta tecnología para potenciar la seguridad y la optimización de procesos. Además, ha participado en el proyecto europeo BonsAPPs, dedicado dedicado a integrar y mejorar aplicaciones de inteligencia artificial, democratizando el acceso para las pymes
Arantxa García
En 2019, dos amigos de la infancia se embarcaron en una aventura que cambiaría sus vidas y, con un poco de suerte, contribuiría a la transformación del tejido empresarial tal y como se conocía hasta entonces. Iago Seijo, licenciado en Derecho y con másteres en Finanzas y Nuevas Tecnologías, y Roberto Fernández, doctor en Ingeniería Electrónica, decidieron presentar un disruptivo proyecto a la incubadora de empresas de la Universidad de Vigo.
La idea inicial, centrada en el uso de tecnologías innovadoras para mejorar líneas de producción, evolucionó hasta transformarse en Logicmelt, una empresa dedicada a ofrecer soluciones personalizadas de seguridad y optimización de procesos industriales basadas en Inteligencia Artificial (IA) y edge computing.
La relación de amistad entre Seijo y Fernandez comenzó cuando eran niños. “Desde los ocho años, ya conocíamos todos nuestros puntos fuertes y peculiaridades", recuerda el primero. Esa relación evolucionó en el tiempo hasta que, tras un año de intensa planificación, lograron participar con su iniciativa en una aceleradora gallega para empresas de la automoción llamada Business Factory Auto.
Fue allí donde Logicmelt comenzó a coger forma como startup y pudo acceder a los recursos necesarios para empezar a desarrollar sus soluciones tecnológicas, donde la visión artificial tiene un gran protagonismo. “Empezamos en ese sector, pero la IA es muy transversal y se puede aplicar en distintos casos. Hoy la implantamos también en el agroalimentario y en muchos otros”, detalla Seijo.
Aunque la idea surgió en 2019, fue al año siguiente cuando Seijo y Fernández, junto a los ingenieros Fernando Carmona y Carlos González, fundaron propiamente la compañía y diseñaron un sistema de detección de mascarillas en el mercado para las empresas. Por ejemplo, utilizamos estos para detectar grietas muy pequeñitas en piezas muy grandes del sector del automóvil”, apostilla acto seguido.
Durante la pandemia, Logicmelt diseñó un sistema de localización de mascarillas disponibles en el mercado para empresas
Así, y debido a su especialización en la visión artificial, el equipo diseña proyectos ‘ad hoc’, que pretenden ayudar a las empresas en sus procesos industriales para detectar fallos y mejorar la calidad de sus productos. Uno de ellos fue ‘Defectos superficiales en automoción', donde Logicmelt aplicó la IA para identificar y clasificar pequeños defectos en piezas de coches. La tecnología fue capaz de crear imágenes de alta calidad para identificar grietas y otros errores en este tipo de productos.
Para ‘Detección de cuerpos extraños en frutos secos’, otra de sus iniciativas, la firma usó sus algoritmos con el fin de reconocer y clasificar cuerpos extraños en estos alimentos. Esta estrategia, materializada en un laboratorio, empleó cámaras 2D e IA personalizada para detectar cuerpos extraños que podían ser potencialmente peligrosos.
Estos son solo algunos ejemplos de las soluciones personalizadas que desarrollan Seijo y su equipo. Según él, la selección de las cámaras es crucial para usar la visión artificial. Dependiendo de la necesidad a resolver, la empresa elige entre diferentes tipos: 3D, térmicas… “La diferencia ahí es que nosotros hacemos software a medida y luego tenemos un aspecto diferencial bastante grande: el uso de la tecnología de edge computing. Esta nos permite procesar los datos de forma inmediata”, desglosa.
Cuatro años después de su fundación, Logicmelt ha recibido reconocimientos de empresas como Nvidia y Ha participado en el proyecto europeo BonsAPPs, dedicado a integrar y mejorar aplicaciones de inteligencia artificial, democratizando el acceso a la AI para pymes. La firma, además, dedica parte de sus esfuerzos y recursos a la investigación para mantenerse a la vanguardia. Porque trabajar con visión artificial tiene sus complejidades y la programación de sus herramientas de modelos de IA puede sufrir imprevistos: "Hemos aprendido a ser flexibles y a adaptarnos a las circunstancias al entrenar a nuestros modelos".
EL MÉTODO DE TRABAJO
El proceso de trabajo de la compañía incluye visitas a las factorías de las empresas para entender sus necesidades específicas. Una vez realizado el diagnóstico, el equipo elabora una memoria de viabilidad que envía al cliente para su revisión y aprobación. “Me gusta conocer las plantas y sus problemas. Trabajamos con pymes y con grandes empresas. Intentamos ofrecerles una solución que puedan aplicar a sus líneas de producción para asegurar sus fabricaciones. Por ejemplo, hemos hecho esto en el sector de la alimentación, en empresas de pescado o de fruta, y hemos tenido buenos resultados”, menciona el cofundador de Logicmelt.
Iago Seijo: Hemos aprendido a ser flexibles y a adaptarnos a las circunstancias al entrenar a nuestros modelos"
En este sentido, cada miembro de la plantilla desempeña un papel crucial en la gestión y el desarrollo de la empresa gallega. Hoy, con un equipo joven de nueve personas, Logicmelt está trabajando para expandirse a nivel comercial y técnico. "Nos gustaría tener mayor presencia en otras regiones como el País Vasco y comenzar relaciones con nuestro vecino, Portugal", avanza.